La neuro-arquitectura es una disciplina que intenta entender cómo los espacios de nuestros hogares afectan afecta a nuestra salud física y mental.
Esta ciencia es relativamente nueva pero en un futuro será un objeto de estudio para la arquitectura.
Algunos de los aspectos que cobran protagonismo en esta ciencia es la privacidad, la luminosidad, la estética el espacio, etc.
Algunos estudios han demostrado que la calidad estética está relacionado con el confort, el estado emocional y la predisposición a colaborar con los demás.
Otro elemento muy importante es la presencia de ventanas, puesto que constituyen una especie de "escape psicológico".
La neuro-arquitectura nos recuerda a la técnica del Feng Shui, que pretende crear espacios que influyan positivamente en las personas. Algunos de los aspectos más populares del Feng Shui son los siguientes:
- Dormir con el cuerpo en dirección Norte-Sur favorece el descanso, mientras que si se duerme con la cabeza hacia el Norte y los pies hacia el Sur la relajación será más profunda.
- Los objetos que nos han regalado y no nos agradan, aquellos que están rotos y seguimos usando o flores secas, son objetos que atraen a la mala suerte.
- Hay que tener pocas cosas en los ambiente para que discurra la energía.
Obviamente, los colores también influyen en el estado de ánimo de las personas.
ROJO: Puede acentuar la sensación de estrés.
AMARILLO: Favorece la concentración, puesto que es un color alegre y optimista.
AZUL: Se usa para lugares relajantes y tranquilos. Este color ayuda al cerebro a producir sustancias químicas que provocan un efecto calmante. No obstante, también puede crear un estado depresivo.
VERDE: Tiene un fuerte efecto calmante. En algunos programas de televisión tienen salas verdes para tranquilizar a los que salen a plató.
NEGRO: En exceso puede causar depresión o angustia y está relacionado con pensamientos oscuros.
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