Hay infinidades de situaciones en las que es inevitable soltar una carcajada. A continuación repasaremos algunas de ellas.
Cuando alguien se cae
La risa se puede originar por dos motivos. Una de ellas es por la Teoría del Humor, puesto que nos reímos de aquello que nos causa sorpresa porque no corresponde con la realidad. Otra teoría, es la de superioridad, que asegura que nos provocan risa aquellas situaciones que nos hacen sentir mejores que otros. Cuando alguien se cae, por ejemplo, la persona
queda en mal lugar, parece un tonto y eso nos hace sentir bien, tanto que hasta somos capaces de reírnos.
Ante situaciones negativas
En situaciones negativas la risa se emplea para demostrar desdén o rechazo.
Cuando nos hacen cosquillas
Se ha constatado que el cerebelo puede predecir las sensaciones de nuestros propios movimientos, pero no podemos llegar a predecir los movimientos que puedan hacer las otras personas.
Es éste el motivo por el que cuando nos hacemos cosquillas a nosotros no
nos hace la gracia que nos provocaría si nos las harían otras personas.
La risa tiene numerosos efectos positivos en nuestro organismo:
Provoca un aumento en la segregación de adrenalina, lo que potencia la creatividad y la imaginación.
Con cada carcajada se activan más de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que solo podemos llegar a ejercitar gracias a la risa.
Hace que nuestro organismo produzca endorfinas, sedantes naturales del cerbro similares a la morfina, que actúa como tranquilizante natural.
La risa ayuda a tonificar el rostro.